sábado, 28 de diciembre de 2013

2013



Un año maldito, maldito por el paro, la pobreza, los embargos, los abusos policiales y las violaciones políticas. Maldito por los desastres naturales en los que se perdieron tantas vidas humanas y por los humanos que echan a perder la naturaleza.


Maldito por las guerras frías y las que hacen arder ciudades enteras, por las calles llenas de mendigos y las instituciones vacías de solidaridad. Maldito por las dictaduras que no acaban y por las que acabaron y algunos se esfuerzan por retomar. Por la intolerancia con el ser humano y la condescendencia con la violencia. Maldito por las vidas arrebatadas a golpe de metralla y de alcohol al volante, y por las que, cansadas, han tenido que marchar.
 

Pero también ha sido un gran año, el año en que retomamos un sonoro ¡No a la guerra!, en que nos dimos la mano para defender nuestra sanidad y nuestra educación a pesar de la falta de ella en nuestros políticos. El año en que llenamos los bancos de alimentos mientras ellos nos vaciaban a impuestos. EL año en que no salimos a la calle por un Mundial sino porque no desahuciaran nuestro mundo. El año en que decidimos que si no nos contratan, ¡es el momento de hacer lo que realmente soñamos! 


2013 ha sido el año en que nos hemos dado cuenta de que somos fuertes, que nos unimos por una causa justa, que no toleramos que nos pisen. El año en que supimos que podemos y debemos salir adelante porque valemos y porque gracias a nosotros, y a nadie más, 2014 será un año más digno.

¡Viento en popa!
¡Viento en popa!

lunes, 16 de diciembre de 2013

Un trozo de vida

Me gustan las películas que son un trozo de vida. Esas que parece que miras por una cerradura y espías con permiso esa historia recortada por las paredes de una habitación. Más allá no sabemos que ocurrirá, lo intuimos, pero intuir la vida después del "The End" es nadar en mar abierto, demasiado azul, demasiado profundo, demasiado horizonte.

Me gustan las películas que son un trozo de vida, pues no todas lo son, esas de chico conoce a chica y todo va bien no son trozos de vida, son historias sin más, algo ajeno que gusta porque parece imposible. Las que son pedazos te dejan una sensación que perdura, qué sucederá después, cómo superarán aquello...porque no acaban, sólo esconden las escenas del resto de su vida.
Y son esas preguntas que te haces en los créditos las que nos hacemos a nosotros esa tarde en que sentimos que no tenemos las respuestas de todo, que nada está escrito y que el mañana es algo inesperado.

Por eso me gustan las películas que son un trozo de vida, porque pueden ser un trozo de nuestra historia. Una historia en la que después del "Fin" sólo podemos intuir eso, la vida.

Les petits mouchoirs
Les petits mouchoirs

martes, 26 de noviembre de 2013

La maleducada sinceridad

Seamos sinceros, nadie quiere que le digan toda la verdad en sentido estricto. Cuando alguien te dice, "te voy a decir una cosa porque soy muy sincero" espera lo peor porque la siguiente frase será una bofetada.

Y es que parece que la bandera de la sinceridad da derecho a decir cualquier perla sin ningún tipo de filtro. Imaginad una horda de personas armadas con brutal sinceridad, oiríamos cosas como "estas gorda, eres feísimo, estoy con otra porque tú eres una siesa, siempre me gustó más tu hermano, te dejo por inútil, no vales para esto..."Creo que todos preferimos escuchar algo más edulcorado o, directamente, no escuchar nada, ya está, no lo digas, en serio.

Por eso nadie quiere oír "te voy a ser sincero" porque el 80% de las veces viene acompañado de palabras muy duras. En cambio, nadie dice "te voy a decir una cosa porque soy muy sincero, te quiero", simplemente se dice y ya está, no se introduce, se dice porque sale de dentro y no hay que justificar lo sincero que uno es porque cuando se dice de verdad se sabe.

La sinceridad total es maleducada, impertinente y grosera, así que dejemos esta historia y doremos la píldora. Al menos con quienes queremos o quisimos, lo políticos son otro cantar.



jueves, 7 de noviembre de 2013

Decoradores de vida

Todos tenemos un decorador. De hecho habremos tenido varios, por suerte y, a veces, por desgracia.

Uno trajo un sofá de escay que odias pero al que te quedaste pegada la primera vez que te sentaste; otro, unas sabanas suaves, de noches apasionadas y mañanas de vergüenza, desconocimiento y limpieza. Una tele de plasma más importante que tu programación cotidiana. Luego está ese otro metió una butaca en tu salón, en la que solo hay sitio para que asiente un ego. Hubo quien apuntaba maneras y te regaló vuestra primera planta, la regabais a diario hasta que las rutinas se volvieron manías y echaron raíces tan espesas que secaron los brotes. Y uno tan bueno en apariencia que trajo un paraguas roto que no frenó el jarro de agua fría de la realidad...

Pero uno puso un Van Gogh en tu pared, tan misterioso e interesante como atrayente. Un par de tazas para compartir un café temprano de caricias al despertar. Unos cojines siempre mullidos y una manta para arroparte y estar siempre cómodos. Unas llaves que abren la puerta a una vida juntos.

Decoradores hay de todo tipo, minimalistas que cuanto menos dan y más plano sea, más fácil; rococós que adornan hasta el hastío y bajo el pan de oro no hay más que tosquedad; vintage, carcas hasta en costumbres... Pueden hacer tu hogar irreconocible, inapreciable, impersonal... Hasta que llega quien pone las paredes en blanco, te da una brocha y una caja con algunas cosas para que la acabes de llenar. Y de pronto el piso se llena de luz y resulta ser el piso de tu vida, el más acogedor.


Un rincón / Meryland
Un rincón / Meryland

domingo, 3 de noviembre de 2013

Noviembre...

Noviembre sopla sereno y algo perezoso los retales de un otoño que en Madrid ya suena a invierno.

Hace nada parecía lejano, tardes al sol, cervezas tempranas y calurosas noches en vela que nos mantenían inmersos en un eterno sueño de verano.

Hoy el viento barre rayos de sol y arremolina hojas ocres en mi pelo. Los paraguas oscilan bajo el llanto de un cielo plomizo. La luz de las farolas se difumina con el frío manto perlado de hielo que trae la noche y que desaparece las aceras perezoso con las primeras luces del alba.Huele a castañas, a lana y a hogar donde el frío y el calor se tocan apenas separados por un cristal en el que me reflejo mirando mi Madrid vestido de elegante Noviembre.

Madrid se viste de Noviembre / Meryland
Madrid se viste de Noviembre / Meryland

domingo, 27 de octubre de 2013

Me encantan las personas de domingo

No entiendo el odio a los domingos. Decir que los odias porque auguran un lunes y malhumorarse es como enfadarse porque estamos tomando el postre, ¡pero si ya estamos llenos! Un sinsentido. Por esta regla de tres viviríamos continuamente enfadados por los miles de finales de la vida.

Negatividad absoluta es el diagnóstico.

Los finales a veces son tristes, es verdad, otras no, pero siempre siempre son nuevos comienzos. El final de una peli trae una sonrisa y algo cambia en ti; el final de un libro, una reflexión; el de una cita, un mensaje de buenas noches o quizá un despertar acompañado... Siempre traen un pan bajo el brazo.

Los domingos igual, son como quien se despide con un beso en un portal, sube a casa, se pone algo de beber, camina hacia la cama y, de pronto, se ve reflejada en un espejo con esa sonrisa tonta que le arropa hasta que el sol salga cargado de historias.

Las personas domingo son así, exprimen sus historias semanales, las sirven frías, o calentitas si el día no acompaña, a veces es amargo pero siempre encuentran azúcar, antes o después, aunque se la pidan al vecino, siempre hay alguien con azúcar en casa. Las toman despacio con la compañía de una manta si el domingo viene frío y cansado, o de un brindis, si se viste de celebración.
Porque aún es domingo, ya el lunes empezaremos una nueva recolecta.

Me encantan las personas de domingo, porque le echan mermelada al pan que el final trae bajo el brazo.

Feliz domingo / Meryland
Feliz domingo / Meryland

jueves, 17 de octubre de 2013

Zapatos nuevos

7 de la mañana...demasiado temprano para mi gusto y aún así estoy motivada e inspirada. Quizá el madrugón me pone los sentimientos a flor de piel, durante unos segundos, esos que tardo en apagar el despertador y poner un pie en la alfombra, son malos, muy malos...

Pero hoy me he puesto zapatos nuevos y con ellos me voy corriendo al tren. Mal asunto...caras de amargura... Vale, madrugar es como liarte a comer pipas y que te toque una rancia, de esas que son polvillo, pero tampoco hay que seguir media hora después con cara de asco ¿no? Creo que hay quien lleva esa cara de "pipa rancia" de serie. Esa gente que, como dice mi padre y disculpa la expresión, tiene cara de "huelemierdas", así, todo junto. A mi me pone e los nervios, no por ellos sino porque hacen que una se huela disimuladamente y eso es una ordinariez.

Bajo del tren y entro al metro, salgo de "guatemala" y me meto en "guatepeor". Son las 8 de la mañana y me han pisado los zapatos nuevos (son de ante, para quien le diga algo este dato), y me los pisa una cara amargada, claro, y no vale ni limpiarlos con un "disculpa".

El transporte público madrugador es como Alcatraz, gente que camina con cadenas en los pies que arrastran sonoramente, manos esposadas a un móvil, un rápido y distante bis a bis con un conocido y, al salir del metro, hacen zapping, The Walking Dead.

Pero yo llevo zapatos nuevos y me da por poner música y anotar estas líneas en una libreta. No cojas la pipa rancia.


Zapatos nuevos / Meryland
Zapatos nuevos / Meryland

martes, 15 de octubre de 2013

Hoy me siento orgullosa

Creo que sentirse orgulloso de algo es una suerte, precisamente porque no sucede a menudo. Quizá porque nos exigimos demasiado, quizá porque nada ni nadie nos parece suficientemente bueno. Ay que ver lo exigentes que podemos ser desde nuestra cómoda butaca de jueces inmóviles.

El caso es que yo tengo suerte, casi a diario me siento orgullosa por algo. Y de pronto hay un día en que confluyen los orgullos (bien entendidos) y ese día se torna de colores. Pues de la mano del orgullo va la euforia y el sentirte afortunado y capaz de todo. Porque es saber que vales y valen, que eres un tío con suerte porque está en tu mano el límite, que todo merece la pena.


¿La confluencia de orgullos sucede en un buen día? Paradójicamente no. Sucede en un día no malo pero sí difícil y, sin embargo, tomas la vida como un reto superable incluso con notable. Entonces cosas olvidadas resultan dignas de mención.

Sentirse orgulloso se confunde con el éxito, parece que sólo un triunfo es digno de él. Yo por un éxito siento satisfacción, pero por un abrazo bien dado, por una postal en mi buzón, por un deseo de feliz día, por el entusiasmo de quien me espera y por la expectación de quien me lee, me siento infinitamente orgullosa.

Hoy no inundan mis horas / Meryland
Hoy no inundan mis horas / Meryland




Hoy me siento orgullosa y eso que parece que las nubes que inundan el cielo quieren inundar de lluvia mis horas. Pero hoy pongo yo la luz.

martes, 1 de octubre de 2013

Hazte un regalo

De tanto teorizar sobre la felicidad a veces la perdemos de vista.

La teoría dice "persigue la felicidad, búscala, realízate y hazte a ti mismo, busca la virtud...". Parece sencillo pues los filósofos de la felicidad no dan claves de física cuántica, pero sus consejos parecen un manual de instrucciones del mueble Strövêrgron de Ikea: "el clavo de la base hünchen que una al listón trokkhen le proporcionará las bases para una vida feliz, pero sólo con tres tuercas lìhggůx sujetando los laterales trõbhæn tendrá la consistencia necesaria, utilice un destornillador liebvyeb..." Espera espera, empecemos de nuevo, ¿cuál es el clavo de la base hünchen? Esto suele pasar con algunos manuales de la felicidad, tenemos que volver al inicio porque algo que suena muy cuerdo de repente deja de serlo y acecha la pregunta clave, ¿y cómo lo aplico yo cuando me levanto perdida?

Hace tiempo me propuse ser feliz a diario buscando algo que me hiciera sonreír, esforzarme en ello incluso el día más gris.  Y este propósito lo reafirmó Aldoux Huxley  "los detalles conducen a la virtud y la felicidad".
Este es el mejor consejo, creo, que se puede dar, retoma esa ilusión por las pequeñas cosas, recuerda que la tuviste no hace mucho cuando te descubriste sonriendo al oír una carcajada de fondo, al ver a un niño cogiendo las primeras hojas del otoño, a alguien canturreando por la calle... Nunca dejes que confundan tus sueños con vivir una fantasía, ni que tiren por la borda la emoción que te provoca el más mínimo cambio sacando uno y mil "peros". Y jamás dejes que te digan que vives en una nube, que tienes la cabeza llena de pájaros, porque nunca hay demasiada ilusión. ¿Por qué ver la emoción de un niño en la mañana de Navidad nos hace sentir una alegría infinita y no que un adulto sienta que es el día de Reyes cuando pone toda su fe en un proyecto de vida? Crecer no significa ser menos feliz, significa esforzarse un poco más por serlo (pese a todo).
Regálate todos los días un momento así, date pequeños homenajes de risa o, al menos, de sonrisa.

Palacio Real // Meryland
Palacio Real // Meryland




A ti que te ilusionas cada día contagiando a los demás, dándome un empujoncito. No dejes de brillar.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Generaciones unidas por el rock



La música de Queen hace temblar el Teatro Nuevo Apolo de Madrid en el espectáculo  Symphonic Rhapsody of Queen.
Hoy, 25 de septiembre ha comenzado la temporada de conciertos sinfónico – rockeros en homenaje a Queen con un indiscutible éxito en su primera actuación. Aforo completo, emociones desbordadas, buena música y mucho rock fueron las notas definitorias del espectáculo.

Symphonic Rhapsody of Queen // María García Aguado

Symphonic Rhapsody of Queen // María García Aguado

sábado, 7 de septiembre de 2013

El mar de mi memoria

Estos días, más que otros, pienso en el mar.

Todos necesitamos el mar alguna vez en nuestra vida, más de una y más de diez.

Pienso en las despedidas de esos grandes barcos de vapor con pañuelos blancos, pamelas y perlas, en viejos marineros con la sal metida en la piel. Pienso en los mensajes en una botella que algún romántico ha lanzado para decirle al mar lo que no se atrevió a decirle al amor. Pienso en las flores que flotarán vagamente despidiendo para siempre a algún  amante de esas aguas. En las promesas de aventura en el horizonte y las pasiones en la orilla.
Pienso en las lágrimas que han hecho subir la marea y en las carcajadas que se han fundido con su rugir.
Pienso en ese olor, el olor a bicicleta en el paseo, a faro azul y blanco, a bote con conchas, a cometa...

Y pienso en su puesta de sol, un sol sin rayos que no da calor pero calienta el alma, y que nunca pone fin a un día vacío porque un día frente al mar siempre es un día pleno.

Barqueiro // Meryland
Barqueiro // Meryland
Bienvenido Septiembre.

martes, 27 de agosto de 2013

Promesas perdidas

Las promesas duelen.

Vivimos intoxicados de promesas de futuro que generas frustraciones ancladas en nuestra conciencia. Parece mentira que tras años de "Noches Viejas" nos hagamos más viejos pero menos sabios. Parece mentira que sigamos haciéndonos propósitos de Año Nuevo, de cumpleaños, de post-vacaciones, de aniversario... que se diluyen en el tiempo.

Me doy cuenta de que las personas prometemos sin parar, creo que es porque la promesa de un futuro justifica nuestro presente, "prometo amarte siempre", "prometo dejar de fumar", "prometo ser mejor persona"... Y después encontramos siempre una excusa para incumplirlo, "necesito tiempo, "estaba muy nervioso"... Excusas que utilizamos para que no duela tanto ver lo frágil de una promesa, la facilidad con que se la lleva el viento, el estruendo con que se rompe de repente.

¿Por qué no prometemos que hoy no fumaré, que hoy te quiero, que hoy haré algo que me haga mejor persona?

Yo reitero algo que dije hace mucho tiempo a alguien "no puedo prometerte que estaré siempre contigo, pero te prometo que el tiempo que estemos juntos lo daré todo para hacerte feliz". Creo que es lo más honesto que he dicho nunca. 

Nos gusta prometer cosas para generarnos una ilusión. De acuerdo, entonces prometamos que hoy, ahora, vamos a hacer algo para ser felices y así nos ilusionaremos cada día con la felicidad.

Ilusiones gallegas / Meryland
Ilusiones gallegas / Meryland

martes, 13 de agosto de 2013

Los vivos no descansan en paz.

Llega un punto en el camino en que la vida comienza a ser un continuo echar de menos, vidas sumidas en el recuerdo de una foto en blanco y negro, vidas estancadas en una injusticia que arrasa con lo demás.

Madres de víctimas de la dictadura argentina que aún se reunen en la Plaza del Dos de Mayo pidiendo justicia. Civiles en Israel, Palestina, Siria que rezan por no formar parte de las fosas comunes sobre las que se yergue esa guerra. Presos políticos del Gobierno Chino, pequeñas que desaparecen a diario en India, africanos que huyen de las milicias para perderse en el mar.. Injusticias pasadas, presentes y, seguramente, futuras, ante las que se aparta la mirada mientras otros echan de menos cada minuto de su vida a aquellos que nunca volvieron a casa. Enjuiciarlo no les devolverá lo que perdieron, pero puede que les dé sosiego para seguir caminando.
Cuando el juez Garzón, junto a Amnistía Internacional y las organizaciones de Memoria Histórica, lanzó la mayor investigación sobre desaparecidos en el régimen de Franco, no sólo se estaba denunciando una  violación flagrante de los Derechos Humanos, no sólo se buscaba justicia, querían cavar en nuestra historia para poder cerrarla, para decirle adiós y volverla a enterrar. Porque los muertos hace tiempo descansa en paz, pero los vivos siguen en vela.

La injusticia aviva el fuego del dolor en el corazón y de la rabia en nuestras mentes, y lo sé porque hace poco dediqué un artículo a mi abuela con estas palabras "A mi abuela, por esas confesiones de mirada perdida en la Guerra Civil que algún día recopilaré" y a ella se le llenaron los ojos de lágrimas de recuerdo.

Meryland
Meryland

 

viernes, 9 de agosto de 2013

El perdón vacío

Es difícil caminar con heridas abiertas, por eso pedimos perdón y perdonamos, para cerrar las llagas del alma. 
Pero últimamente he visto más tiritas que cicatrices, personas con un arsenal de perdones que utilizan como parches que tapan pero no curan. Sirven para empezar de cero pero lo que no saben es que el peso de la culpa descoserá los remiendos de su conciencia.

Y eso me molesta profundamente, me molesta que se vacíen palabras cargadas de sentido, de sentimiento, que significan un nuevo comienzo, que suponen un esfuerzo por olvidar a pesar de todo y seguir amando, palabras que son el motor del mundo. 

Como dijo mi amiga Valeria, "El perdón parece que lo arregla todo, pasa a ser aire". Y así lo creo, hasta el más ferviente de los católicos cree en el fondo de su alma que haga lo que haga, confesándose cada domingo tiene el cielo ganado.
Jacinto Benavente dijo "perdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y mucho de comodidad", yo creo que perdonarse ha pasado a ser un todo de comodidad. Hemos deshumanizado el perdón que ha pasado a ser la herramienta de los necios que buscan la salida fácil despues de tropezar una y otra vez sin querer evitarlo y de los conformistas que prefieren pasar página.




martes, 6 de agosto de 2013

El tiempo con arrugas

Ancianos que recorren las calles de Madrid aún cogidos de la mano, manos cuyas arrugas se funden y entrelazan como hilos de historia compartida que fluye dejando surcos en sus cuerpos.

Me gusta imaginar sus historias, quizá un soldado y una enfermera de la Guerra Civil, quizás dos jóvenes en busca de un futuro en un tren... en todo caso historias que arraigaron tanto en sus corazones que perduran incluso cuando el viento del tiempo quiso barrerlas.

Me gusta imaginar esas vidas, como decía, porque el tiempo es el mayor cabrón y el mejor maestro, es el que crea y destruye, el que deja un halo de hastío a medida que pasa por nuestras vidas. Las historias de amor arden hasta dejarnos en carne viva para luego ir apagándose cuando la falta de ilusión y de algo nuevo de qué hablar soplan la llama hasta apagarla, sin siquiera pedir un deseo.

Sin embargo, allá van, de la mano paseando por la Cava Baja, por calles llenas de recuerdos perennes en sus retinas. Es amor, puede que los tiempos que vivieron y esas intensas historias de amor por carta les hicieran aferrarse con más fuerza el uno al otro y puede que durante toda su vida hayan avivado el fuego a golpe de fuelle hasta que sus manos han encallecido. Quizá nuestro tiempo nos despega y las perspectivas y el cambio nos quitan antes las ilusiones generando otras nuevas.

Sea como fuere, es bonito ver esas manos juntas desde hace años, superando la vida y sin esperar nada más que seguir caminando juntos.

El tiempo con arrugas//Meryland
Meryland

jueves, 1 de agosto de 2013

La feria de Abril en el Congreso.

El boom del día ha sido la comparecencia de Rajoy en el Congreso. Una comparecencia estilo Feria de Abril, con letras tipo María del Monte "Me he equivocado, confié en quien no debía" y toda la derecha española ejerciendo de palmeros mientras la Oposición sacaba la peineta.

Y es que sus partidarios consideran pues honorables las palabras de nuestro "humilde" presidente, pero en mi casa (y en la de todos) de toda la vida se ha enseñado que los errores garrafales y a propósito se pagan, no se pasan de largo con un "perdón, no lo sabía", a lo que Rajoy añade "ergo no dimito ni de coña". Si hubiese sido un trabajador de a pie estaba despedido con la cuantiosa remuneración de una buena patada en el culo. 

Mientras la derecha da palmas hasta con las orejas dirigidos por Carlos Floriano, Rubalcaba dice algo curiosamente coherente: aquellos mensajes eran más de socios de trapicheo que de compis de partido. A mi también me lo parece, a ver si ahora toda la cúpula es ciega y sorda y tiene los bolsillos negros sin darse ni cuenta (véase ref. Cristina, Borbón, Aznar, Urdangarín...).

El caso es que se me ha atragantado la comida porque por muchos debates televisivos, parlamentarios, de bareto, de vecinos... que se hagan al respecto, la conclusión a la que llego es la misma: las palabras ocultas de Rajo son "Eshpañolesh, voy a jugar con ustedes al Teto"

Aunque si estáis de vacaciones (a pesar de ser pobres) ¿jugamos a la piragua?

SILENCIOS

Siempre he pensado que las personas somos pozos, esos pozos de piedra con su cubo en el borde, situados en medio de un jardín de musgo y hiedra con olor a verde. La mayoría de estos pozos están abandonados, tan llenos de ideas propias que estas calcifican y no dejan lugar a la entrada de otras nuevas. El agua entonces se estanca y el verdín de la vanidad cubre nuestra superficie creándonos la falsa ilusión de estar llenos de todo cuando en realidad estamos llenos de nada. 

Pensamos que sabemos todo de la vida y que nuestra misión es dar lecciones a los demás, de manera que el ruido mundano resulta ser un continuo choque de consejos perdidos en la anegación. 
No consiste tanto en hacer un esfuerzo, un esfuerzo se realiza cuando levantas a pulso dos cartones de leche, es cultivar la ilusión de que otros pueden hacernos rebosar pero de riqueza de vida.
 
Qué paradoja, escribo sobre escuchar hablando, y sobre no dar lecciones aconsejando,  permitidme echaros esta moneda, ya guardo silencio.


jueves, 25 de julio de 2013

Un pueblito bueno

Cuando veía aquel anuncio que hablaba de "un pueblito bueno" mi mente se transportaba a Viveiro. Casi podía oler el mal y el césped siempre mojado de Torrillón, una pequeña aldea donde corría con aquel pastor alemán loco por las manzanas.

Galicia, un pueblito bueno bañado por un mar que perfuma y da vida, un mar que más de una vez se ha llevado nuestras lágrimas. Hoy son lágrimas de dolor por esas vidas perdidas en un tren camino a casa, cuyos vagones guardarán para siempre con celoso egoísmo reencuentros que ya no sucederán, ilusiones perdidas, miradas que sólo serán recuerdo.

Hoy, y siempre, mi corazón está con Galicia. Galicia, á terra máis bonita.

Galicia // Meryland 2010

jueves, 18 de julio de 2013

La felicidad del loco de amor

El otro día iba en el metro sentada frente a una madre con un niño dormido en su regazo. Con los dedos iba recorriendo la cara del pequeño, le miraba como si no quisiera olvidar ni un sólo lunar de su rostro, tarareaba ajena al bullicio como si sólo estuviesen ellos dos en el mundo, le tocaba memorizando sus rasgos, como si quisiera grabar ese instante en su memoria para siempre. Sus ojos estaban húmedos, o quizá sólo eran los míos. Llegaban a su destino, terminó las caricias acercándole a su pecho y cerrando los ojos, tan protectora y fuerte y tan vulnerable como sólo lo puede ser una madre, esa madre tan dueña y tan esclava del amor a su hijo.
Tres minutos de trayecto llenos de un amor infinito.

Ese es su poder: nada es infinito salvo el amor.  Porque el amor es lo que nos parte el corazón y lo que le da forma, es la misma vida. Lo más doloroso, lo más maravilloso y todo a la vez porque hasta el amor no correspondido y el amor fallido que toca techo y se apaga, el que nos ilusiona y nos quita el hambre, el que nos hace reír mientras lloramos de alegría, nos hace saber que somos capaces de querer hasta que nos duela el pecho.

Ama con toda tu fuerza y jamás te arrepientas, porque el amor nos vuelve locos y nadie es más feliz que un loco de amor.


Charles Bukowski
Charles Bukowski



A Val, porque vive y ama como yo, con tanta intensidad como le permite el corazón.  
Y al que hoy le vuelve loca.

viernes, 12 de julio de 2013

La siesta con la TDT

Recuerdo cuando anunciaron la TDT, qué bombazo, la frase de mi familia fue "¡qué pringaos los del Plus que ahora lo tenemos pero gratis!" (hay que ver lo que le gusta a un español lo gratuito).

Miles de canales, todos especializados, uno de cine, otro de series (prometían traernos las extranjeras "de pago"), música...programación 24 horas, para los más pequeños, para las mujeres, para los hombres... Para todos, como la Coca Cola.
El paraíso en 48 pulgadas.

El desencanto fue gradual, para empezar, ordenar por unanimidad mil canales en tres teles por cuatro personas en una tarde. Imposible. Continuamos con la especialización, el cine, 90% western; las series españolas, reponiendo una y otra vez "Los Serrano" (como si no hibiésemos tenido suficiente viendo una vez el final), y las extranjeras prometidas, reviven a Steve Urkel... El de mujeres, corazón, culebrones y cocina, pero muy pin-up, modernísimo; y el de hombes reponiendo "El Comisario", muy viril. 
Y la programación 24 horas, sólo en el canal de dibujos, porque los niños acostumbran a ver a Bob Esponja trasnochado y a tope a las 3 de la mañana.

Vamos, que la hora de la sobremesa ya no la pasamos con los míticos documentales de La2, nos ponemos a hacer zapping hasta caer dormidos en la segunda vuelta hacia el canal 87.
Pero oigan, no subestimemos el factor sorpresa, ¿y la ilusión cuando encuentran algo bueno que ver?


miércoles, 10 de julio de 2013

Hasta siempre Concha

No distingue entre buenos y malos, grandes y pequeños, jóvenes y viejos... Camina errante entre nosotros como una sombra y, cuando le place, apunta con la soberbia de su dedo a uno al azar.

Avanza sigiloso pero firme y, cuando estás distraído, te declara una guerra encarnizada que no concibe piedad. Son pequeñas pero duras batallas las que hay que librar, no una sola, cada día es una lucha, un gracias por respirar y un ánimo para no dejarte llevar.  

Por eso hoy no quiero oír que Concha García Campoy ha perdido la batalla contra el cáncer. Hoy ha cerrado los ojos tras años de lucha incansable y nos ha dejado un legado de profesionalidad, fuerza y ganas de vivir, por nosotros y por los que a veces las pierden.


Hasta siempre Concha, y gracias.

Ese olor...

Abro el cajón y encuentro un perfume olvidado. Me lo rocío con prisa, como siempre, hoy también voy corriendo. Pero paro en seco...ese olor... mi mente se activa y una sucesión de imágenes planean a toda prisa... ese olor... Un torrente de emociones, una almohada, una camisa, un clip convertido en un corazón durante una clase a su lado, lluvia en Atocha, un viejo cocker...
Recuerdos de un amor que no fue amor. Los últimos coletazos de adolescencia que flotaba entre pasiones y tardes al sol, entusiasmada con el baile y distraída en esa maravillosa casa antigua de puertas abiertas y maderas que crujían.

Con una sonrisa rocío un poco más y continúo mi camino a toda prisa, pero sonriendo.

Sale el sol en Madrid // María García Aguado
Sale el sol en Madrid // María García Aguado



A aquellos para quienes la adolescencia es ya un recuerdo, un olor.

viernes, 5 de julio de 2013

El puritanismo de la primera cita

Decoro, es la palabra de una primera cita. Parece que la femme naif, femenina y cortés se impone en tal evento frente a la lanzada tachada de "p*t*" que se tira a la piscina. De ahí la eterna pregunta: ¿sexo en la primera cita?

 

Yo respondo ¡si!, lo cortés no quita lo valiente, saber lo que queremos e ir a por ello  es la libertad más maravillosa del mundo y parece más un tabú, ¿por qué?

Mi opinión es que tenemos un miedo terrible al "¿qué pensará si...?", si me insinuo, por ejemplo. Pues pensará que quieres acostarte con él, ¿y qué? 
Ahora llega la cobarcía, "¿y si sale mal?", pues mira si la primera vez no conectáis da igual que sea hoy o dentro de 20 citas, en 20 citas puede que haya más amor pero el sexo es el sexo. Esta pregunta es fruto de una presión increíble que nos creamos las mujeres, "¿le gustare? ¿se fijará en si tengo celulitis?, ¿lo haré bien en la cama?..." Estas preguntas a vecen llenan cabezas que deberían estar en blanco o ya alcanzando el nirvana.

"Venga allá voy", pero aparece en escena la voz más terrible de todas, una voz de vieja machista que dice "hazte respetar", ¡señora que yo me hago respetar con y sin ropa, hombre!. Este imperativo es terrorífico, en realidad quiere decir "hazte de rogar", y una cosa es que no surja y otra que inhibamos nuestro deseo por crear más expectativas... Pues igual ganas quedarte a dos velas, el respeto no se gana a base de negativas. Pero la vieja no calla, "si lo haces el primer día que os veis, ¿qué dejarás para más adelante?" ¡Pues más sexo!

Veis que el machismo casposo anida en nuestra cabeza buscando que nos comportemos como mujeres de falda larga y enaguas. Incluso cuando son ellos los que van dando pasitos (tampoco os paseis de la raya) automáticamente pensamos "¿se ha creido que caeré a la primera?, ¿quién se cree que soy, una fulana?", nos ponemos una venda de falso decoro, falso cuando estamos deseándolo.

Vive al día, sé mujer, sé dueña de tus actos y consciente de tus decisiones para que seas feliz, tanto con una noche de copas, como con una "sextupenda". Vamos, que no digo yo que la primera cita sea siempre sexual pero, si apetece, ¡no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!

jueves, 4 de julio de 2013

¿Reforma educativa? No, gracias.

Tanta "Reforma Educativa"" (comillas puestas a propósito) me molesta profundamente, pues aún no he visto ninguna que pique el interés de los estudiantes, un interés tardío que despierta con el descubrimiento propio de un horizonte cultural más allá de los casposos libros de texto y las notas medias que nos reducen a un número sin rostro.

De un tiempo a esta parte he recordado aquella frase de mi profesora de primaria "la historia es un cuento, una novela, una fábula", en 1999 con el aire otoñal del nuevo curso entrando por la ventana de clase, me sonó a una soberana mentira. Para nosotros la historia era aquello que nos provocaba sudores fríos y "chuletas" de interminables fechas garabateadas en la mesa. 
A día de hoy afirmo que esa frase es real, pero no me abrió los ojos la frialdad del manual de nuestro "sistema educativo" (de nuevo las comillas), si no las artes reales y humanas recopiladas en años de picante curiosidad. 

Sí, siempre fui curiosa, pero sólo de aquello que me entusiasmaba y atesoré  la imagen del "Guernica" de Picasso, un vistazo y sientes el escalofrío de nuestra historia reciente; la valentía de "Las trece rosas", el sufrimiento de "La Voz Dormida" en la que Dulce Chacón escuchó cada historia personal para crear la historia de nuestros abuelos; el doloroso e hirviente recuerdo, del genocidio Nazi, de Spiegelman en "Maus"; o la agonía del pueblo sirio en "Persépolis".

Estas obras nos enseñan historia viva, historia que sentimos, que guardamos en nuestra memoria y en nuestro corazón por todos aquellos que vivieron el horror de un poder desmedido.

Amigo Wert, deje de dar la nota y apunte, un país no crece con un 6'5 de media, si no con un pueblo que conoce hasta el punto de sentir y siente hasta el punto de cambiar.




A mi abuela, por esas confesiones de mirada perdida en la Guerra Civil que algún día recopilaré.

miércoles, 3 de julio de 2013

Vicios de la vida 2.0

"Este cab**n está en línea y no contesta", "¿última conexión a las 5 de la madrugada?", "un corazón en el estado, ¿ha pasado página?",  "¿Ciao? ¿ni un mísero icono? Algo pasa...". Estos son los comentarios diarios en mis grupos de amigas con (pseudo)relación amorosa, o del tipo que sea.

Aquello que "msn" ya anunciaba se ha hecho realidad multiplicado tantas veces como redes sociales hay. Con msn iniciamos un control virtual de la vida ajena, "estaba en "ocupado" y ahora en "conectado", ¿por qué no contesta?", "¿a qué viene ese estado?"; pasamos a tener Myspace y ahí comenzaron las publicaciones de casi cualquier momento de nuestra vida, por si era poco le dábamos caña al Fotolog, sobre todo en los días depresivos donde contábamos nuestras miserias adolescentes y poníamos verde a un "anónimo", y en los eufóricos, cuando hacíamos declaraciones de amor eterno a nuestras amigas. Entonces crean Tuenti, un mix de msn, Myspace y Fotolog, ecatombe, podíamos hacer un control completo.

Salimos de la adolescencia y parecía que venía el cambio, pero a peor, porque recibimos un saco de redes adaptadas para adultos, entonces empezamos la locura de preguntas del principio. Y es que la red social dispara la imaginación hasta a la menos celosa y enfurece a más parejas que las web porno, sólo la pregunta "¿quién te escribe?" pone nervioso a uno y a otro incluso cuando quien te escribe es tu madre. 

Un drama, para controlarnos hemos llegado al punto de nombrar a los bares la mayor red social del mundo en un vago intento de dejar a un lado la red, al punto de apilar los móviles en las reuniones de amigos para no caer en la tentación, al punto de eliminar la "última conexión" de whatsapp...

Al final la clave es la ignorancia, no digo que seamos ciegos sino que midamos nuestras ansias de control. Y es que el cotilleo es una espiral creciente: dudas, pides información, la recibes, dudas de ella, se va al baño y, ¡error!, coges su móvil, ese el el clímax (al que nunca se puede llegar), coger su móvil.  

Así que seamos razonables y, sobre todo, si bebes no whatsappees.