Recuerdos de un amor que no fue amor. Los últimos coletazos de adolescencia que flotaba entre pasiones y tardes al sol, entusiasmada con el baile y distraída en esa maravillosa casa antigua de puertas abiertas y maderas que crujían.
Con una sonrisa rocío un poco más y continúo mi camino a toda prisa, pero sonriendo.
Sale el sol en Madrid // María García Aguado |
A aquellos para quienes la adolescencia es ya un recuerdo, un olor.
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