sábado, 7 de septiembre de 2013

El mar de mi memoria

Estos días, más que otros, pienso en el mar.

Todos necesitamos el mar alguna vez en nuestra vida, más de una y más de diez.

Pienso en las despedidas de esos grandes barcos de vapor con pañuelos blancos, pamelas y perlas, en viejos marineros con la sal metida en la piel. Pienso en los mensajes en una botella que algún romántico ha lanzado para decirle al mar lo que no se atrevió a decirle al amor. Pienso en las flores que flotarán vagamente despidiendo para siempre a algún  amante de esas aguas. En las promesas de aventura en el horizonte y las pasiones en la orilla.
Pienso en las lágrimas que han hecho subir la marea y en las carcajadas que se han fundido con su rugir.
Pienso en ese olor, el olor a bicicleta en el paseo, a faro azul y blanco, a bote con conchas, a cometa...

Y pienso en su puesta de sol, un sol sin rayos que no da calor pero calienta el alma, y que nunca pone fin a un día vacío porque un día frente al mar siempre es un día pleno.

Barqueiro // Meryland
Barqueiro // Meryland
Bienvenido Septiembre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario