sábado, 28 de diciembre de 2013

2013



Un año maldito, maldito por el paro, la pobreza, los embargos, los abusos policiales y las violaciones políticas. Maldito por los desastres naturales en los que se perdieron tantas vidas humanas y por los humanos que echan a perder la naturaleza.


Maldito por las guerras frías y las que hacen arder ciudades enteras, por las calles llenas de mendigos y las instituciones vacías de solidaridad. Maldito por las dictaduras que no acaban y por las que acabaron y algunos se esfuerzan por retomar. Por la intolerancia con el ser humano y la condescendencia con la violencia. Maldito por las vidas arrebatadas a golpe de metralla y de alcohol al volante, y por las que, cansadas, han tenido que marchar.
 

Pero también ha sido un gran año, el año en que retomamos un sonoro ¡No a la guerra!, en que nos dimos la mano para defender nuestra sanidad y nuestra educación a pesar de la falta de ella en nuestros políticos. El año en que llenamos los bancos de alimentos mientras ellos nos vaciaban a impuestos. EL año en que no salimos a la calle por un Mundial sino porque no desahuciaran nuestro mundo. El año en que decidimos que si no nos contratan, ¡es el momento de hacer lo que realmente soñamos! 


2013 ha sido el año en que nos hemos dado cuenta de que somos fuertes, que nos unimos por una causa justa, que no toleramos que nos pisen. El año en que supimos que podemos y debemos salir adelante porque valemos y porque gracias a nosotros, y a nadie más, 2014 será un año más digno.

¡Viento en popa!
¡Viento en popa!

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