miércoles, 27 de marzo de 2013

Desgracias a la palestra.

Asisto asombrada, en varias raciones de zapping, a una muestra de los más variopintos programas de desgracias ajenas. Niñas embarazadas (Embarazada a los 16), embargos monumentales (Embargos a lo bestia), adicciones a todo tipo de elementos (Mi extraña adicción), "complejos" de sobrepeso preuniversitario (Ya no estoy gordo)...Y así toda una retahíla de desastres aireados a los cuatro vientos, la privacidad más absoluta expuesta al mundo.

Pero para mi sorpresa, se podía llegar más lejos. Una noche de insomnio em encontraba pasando de canal en canal distraída cuando, de pronto, veo en las generosas pulgadas de mi televisor a una mujer, y disculpad la grosería, mostrando sus partes invadidas por una infección que no nombraré (os pedí disculpas de antemano). Y como la curiosidad humana es más bien oscura, me quedé viéndolo un rato, a esa mujer le siguieron otros tantos con afecciones vellosas por todo el cuerpo, bultos en lugares donde no hay que tener bultos, infecciones cutáneas, exceso de piel... Este programa, Cuerpos embarazosos, mostraba imágenes cien por cien explícitas de la atención médica completa recibida.

El caso es que esto me lleva a preguntarme, ¿dónde va a llegar el mundo de la "telerrealidad"? ¿queda algo más por exponer en la televisión? No seré yo la que critique los reality shows pero, ¿hasta qué punto la privacidad puede ser tan pública? Alguien me responderá, "que cada uno exhiba lo que quiera". Pero, ¿no sería deseable algo de sentido común en la televisión? Hemos pasado del cotilleo a la telerrealidad tipo "Gran Hermano", de aquí a cantar, sobrevivir, bailar y elegir pareja en un programa (o en una granja), a mostrar embarazos, adicciones, problemas económicos y ¡la consulta (completa) a un médico!. No se si a la TDT se le ha ido de las manos tanto canal y rellenan la parrilla como "buenamente" pueden o si la sed de historias (morbosas) ajenas nublan nuestro juicio hasta este punto.

George Orwell planeaba en "1984" de forma ficticia una sociedad gobernada por un dictador que puede verlo todo, hasta la más absoluta intimidad. Pues hemos cambiado las tornas, somos ese Gran Hermano que todo lo quiere ver y ese parece ser nuestro radio de actuación como "audiencia soberana".


Cartel del Gran Hermano de George Orwell (1984) / 20minutos.es
Cartel del Gran Hermano de George Orwell (1984) / 20minutos.es


No hay comentarios:

Publicar un comentario